Según la Real Academia de la Lengua Española, consiste en el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Es un concepto de máxima relevancia teniendo en cuenta que nos encontramos en un mundo en el que las fronteras quedan cada vez más desdibujadas y en el que el flujo de personas -y, con ello, de culturas- está a la orden del día.
Es importante afrontar el reto de la tolerancia y enseñar a aceptar esa diversidad y a aprender de ella. Es la única fórmula posible para construir un mundo mejor: si hay una cosa cierta es que esos flujos migratorios se han repetido y se seguirán repitiendo a lo largo de la historia, y todos podemos aprender de ello y convertirnos en personas más sabias, más adaptables, más humanas.
En este espacio hablamos de tres claves para fomentar la tolerancia en el aula y en casa:
Valora la multiculturalidad
La convivencia entre decenas de nacionalidades, culturas, religiones y costumbres puede generar más de un problema y supone, sin duda, un desafío que afrontan las de instituciones de enseñanza. Pero por encima de todo debe vivirse como una situación que enriquece al alumno y le ofrece una visión global, abierta y más realista del mundo en el que vivimos. No olvides transmitirle esa visión en casa.
Interésate por la diferencia
En las aulas cada vez es más común animar a los alumnos a compartir sus costumbres y contrastarlas con las de los demás. De este modo, se puede aprender a relativizar sus propios modos y a comprender que no son los únicos válidos, sino sólo una opción entre tantas, relacionada con su lugar en el espacio y el tiempo que le ha tocado vivir.
Esas enseñanzas puedes potenciarlas en casa actuando de la misma forma y preguntando por la costumbres de los demás, animándoles a organizar actividades multiculturales y a probar aquello que para ellos sea nuevo. Desde comer en un restaurante hasta comprar libros, juguetes, manualidades… que fomenten ese conocimiento de lo diverso. También podéis aprender juntos sobre las celebraciones religiosas y los días festivos que no son parte de su propia tradición. La cultura moldea las actitudes.
Evita los prejuicios
Parece obvio, pero el ejemplo es la mejor de las enseñanzas, por encima de cualquier sermón. Señala y habla acerca de los estereotipos injustos que se muestran en los medios. Responde a las preguntas acerca de las diferencias de manera honesta y respetuosa. Esto enseña que es aceptable observar y analizar las diferencias, siempre que se haga con respeto.

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