Sin disciplina no hay éxito. Solo cuando terminas las cosas recibes recompensa en forma de resultados.
La falta de disciplina solo puede llevar a la frustración por dejar las cosas a medias y sin recibir compensación por el esfuerzo que has hecho.
La falta de disciplina solo puede llevar a la frustración por dejar las cosas a medias y sin recibir compensación por el esfuerzo que has hecho.
En un mundo cada vez más saturado de distracciones y en el que se prioriza la gratificación inmediata al verdadero valor de trabajar en lo importante, la disciplina hoy es más necesaria que nunca.
Imagina todo lo que podrías lograr si pudieras seguir tus mejores intenciones hasta verlas cumplidas. Eso es la disciplina, la habilidad de hacer lo que debes hacer cuando lo debes hacer te guste o no y sin importar cuál sea tu estado emocional.
Te propongo la productividad Minimalista , pero ¿qué es esto?
Es trabajar de forma eficiente en lo importante de verdad, es decir, en aquello que te permitirá progresar en la dirección adecuada para lograr tus objetivos y alcanzar tus metas, mientras disfrutas de una vida simple, ordenada y con significado para ti.
Como ves, todo gira entorno a estos dos elementos:
1.- Trabajo inteligente, es decir, trabajar de forma eficiente en lo que importa.
2.- Vida minimalista, es decir, vivir una vida simple, ordenada y con significado para uno mismo.
Estos son los dos elementos de una misma ecuación que tiene como resultado el mayor bien de todos: vivir una buena vida, la vida que tú quieres para ti.
Sin productividad no hay prosperidad, eso está claro. Ahora bien, la productividad no lo es todo en esta vida. De nada sirve ser muy productivo si luego ni siquiera disfrutas de la vida.
La buena vida requiere de cierto equilibrio, y eso es precisamente lo debes de hacer, dejar espacio y tiempo libre para disfrutarla, para saborearla. Todo lo bueno debe saborearse y no sólo engullirse ¿No crees?
No sé tú pero yo no me conformo con menos.
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